Al igual que mis bisabuelos, mis abuelas y mis padres, yo nací, crecí, jugué, estudié, conocí a mis amigos, formé una familia y orgullosamente, por más de 13 años he ejercido la abogacía en mi Estado de México.

Abogada mexiquense, activista social, defensora de derechos humanos, docente universitaria, comisionada de participación ciudadana del sistema anticorrupción, hija, madre, vecina y amiga.

Y al igual que tú, estoy convencida de que merecemos una justicia diferente, que de resultados, que sea honesta, cercana y confiable, y creo que de la mano podemos lograrlo, sí dejamos que lo nuevo llegue.

Mis raíces mexiquenses.

Conozco las dificultades a las que nos enfrentamos las y los mexiquenses; pero también reconozco todas y cada una de las fortalezas y talentos que nos distinguen como un pueblo vencedor.